La Arqueología es como tal la ciencia que estudia las sociedades del pasado en base a sus estructuras históricas, económicas y sociales, con un método específico y unas técnicas determinadas. Surge así la Arqueología Náutica y Subacuática (también denominada marítima, submarina, etc.). Y es que, desde el origen de la Humanidad hasta la actualidad, las sociedades han mantenido una relación intensa y constante con los ríos, los mares y los océanos, los cuales han condicionado su desarrollo y conformado una parte significativa de su acervo cultural. En efecto, los peculiares condicionantes que impone el medio acuático han generado durante siglos una cultura específica que se manifiesta desde las creencias religiosas vinculadas al mar y el aprovechamiento de los recursos marinos y fluviales, hasta el conocimiento científico y técnico aplicado a la problemática náutica, pasando por la organización del comercio naval o la estrategia de la guerra en el mar. El resultado es una cultura específica que, inseparable de la evolución histórica en tierra firme, constituye un Patrimonio cultural cuya investigación, preservación y divulgación resulta imprescindible para el conocimiento de nuestra Historia y de la sociedad actual.